Otra noticia más sobre el eterno debate entre el derecho a la propiedad intelectual y el derecho a la copia privada. Si hace unas semanas la presión de las discográficas conseguía acabar con la gratuidad casi sin límites de las cuentas de Spotify, esta vez la damnificada ha sido la web argentina Taringa, una de las más utilizadas para la descarga de música en el mundo latino.
La Justicia argentina ha confirmado que los dueños del famoso portal han sido procesados, ya que, aunque el objetivo inicial de la web no es propiciar descargas ilegales, los responsables de Taringa eran muy conscientes de que ese era el uso que le daban la mayoría de los usuarios, y no hacían nada por impedirlo.
Por su parte, los implicados aseguran que es imposible que controlen si los contenidos que se suben a su web vulneran o no los derechos de autor. Y es que Taringa es una web en la que cualquier persona puede ofrecerse como colaboradora. Cada día pueden llegar a publicarse hasta 20.000 posts, por lo que sus dueños afirman que es absolutamente imposible controlarlos todos.
El fallo del tribunal argentino reconoce que los que verdaderamente incumplen las normas de derechos de autor son los que suben esos post a Taringa facilitando los enlaces para las descargas, así como los que la bajan. Sin embargo, también considera que los dueños de la web son partícipes de esta actividad contra la propiedad intelectual, así como plenamente conscientes de su ilicitud.
Esta denuncia vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre si es realmente ilegal descargar música de Internet. A fin de cuentas, las webs del estilo de Taringa se basan en que unos usuarios compartan sus archivos sin que haya, al menos directamente, ánimo de lucro. ¿Delito contra la propiedad intelectual o derecho a la copia privada?