El riesgo de robo o estafa por Internet se ha multiplicado en estos últimos años, sobre todo si tomamos en cuenta que recientemente fue asaltada una de las bases de datos más activas, y más amplia, de la red: hago referencia a la base de datos de Sony, PlayStation Network, que fuera hackeada el mes pasado y que se ha tenido que cerrar durante casi un mes.
El asalto a dicha base de datos significó que se filtrara un número considerable de datos de usuarios, que incluyen nombres y apellidos, dirección de correo electrónico y fecha de nacimiento, entre otros, los cuales seguro ya han sido vendidos en Internet al mejor postor, sobre todo a grupos de ciberdelincuentes que utilizan esta información para hacer phishing estafas por Internet.
En el caso específico del phishing, esta técnica de estafa por Internet consiste en que un delincuente, o grupo un organizado de delincuentes, suplanta una entidad determinada, digamos por ejemplo una empresa de seguros, un banco o cualquier otro comercio con el que solemos relacionarnos, y les envía una suma considerada de correos electrónicos a sus futuras víctimas solicitándoles sus datos personales y el número de tarjeta de crédito o número de cuenta bancaria. En el caso de que la víctima crea en el mensaje y responda enviando sus datos solicitados, no tardará mucho en descubrir que le han robado parte de su dinero o que han suplantado su identidad: le han estafado por Internet.
Pues bien, según un estudio de la empresa Bit Defender sobre la estafa por Internet que ha sido publicado recientemente, y el cual toma como base la entrevista a 2.210 usuarios entre los 18 y 65 años, el 98 por ciento declaró haber recibido alguna vez algún correo de este tipo, en los que se les solicitaba además su número de tarjeta de crédito; sin embargo, lo más sorprendente de este artículo divulgado es que el 57 por ciento de los entrevistados respondió que habían respondido afirmativamente a estas solicitudes fraudulentas, y de ellos, el 43 por cierto sufrió robos directos de sus cuentas bancarias. Como para estar alerta.
Esto es muy importante: ninguna empresa, banco u otra entidad suele solicitar datos bancarios o número de identidad a través de correos electrónicos, por lo que nunca ofrezca esta información cuando se les solicite por esta vía. Es preferible caminar algo y preguntar directamente en la sucursal bancaria que despertarse un día y descubrir que nos han estafado por Internet y a la vez, que nos han robado parte del capital.
Por lo tanto, duda siempre de quien solicite tus datos bancarios; evita ser estafado por Internet.