WordPress, Joomla y Drupal son los CMS más implantados en el mercado. Cualquiera de las tres alternativas, aunque unas más que otras, cuenta con desarrolladores que cada día van añadiendo novedades a los sistemas.
Actualmente es el más popular. Nacido como una triunfante red de bloggers, ha ido renovándose hasta llegar a consolidarse como una solución útil para cualquier tipo de desarrollo web. Existen cientos de plugins gratuitos, aunque también existen buenos productos de pago.
El problema es que no soporta tareas demasiado complejas. De cualquier forma su flexibilidad le permite funcionar de forma enormemente solvente casi para cualquier cosa.
Un buen sistema por los cientos de módulos que ofrece, donde predominan los contenidos de pago.
El problema es que sólo soporta una jerarquía a dos niveles. Esto, que a priori no tendría que ser negativo, obliga en la práctica a planificar muy bien la estructura. Dicha jerarquía también supone un problema a la hora de crear diseños innovadores puesto que acaba por generar webs que se parecen mucho.
Este CMS es algo más complejo pero también más potente. Drupal es más potente aunque difícil de instalar y utilizar, los módulos son más complejos de gestionar, aunque existen componentes que nos ayudan sin necesidad de saber programación. Si necesitamos hacer una web compleja, merece la pena aprender a usarlo. Por otro lado, tiene el sistema de presentación más complejo de los tres CMS comparados, lo cual repercute en el número de temas que oferta, bastante escaso. No obstante, la complejidad no va reñida con la flexibilidad que ofrece por lo que si tenemos nociones de diseño gráfico podremos hacer grandes cosas con él. Pero si no es nuestro caso será necesario contratar a un profesional que nos ayude en estas lides.