Hace unos meses se encargó un estudio que pretendía probar que la culpa de la crisis audiovisual era de la piratería. Pero finalmente este nunca se publicó porque lo que quedó demostrado era todo lo contrario.
La web sobre la que se realizó el estudio fue cerrada hace unos meses por infringir las leyes sobre protección de derechos de autor. En la operación participaron agentes de España, Alemania, Francia, Holanda y Rusia. Más de 4 millones de personas consultaban la web cada día. Según la policía española, la organización operaba en cinco países, aunque sus creadores eran de origen alemán y su líder vivía en España. Los ingresos que habían generado de forma ilegal eran impresionantes. También se les acusa de blanqueo de capitales y evasión de impuestos.
Más de dos millones de euros en diferentes cuentas bancarias fueron bloqueados por la policía. Aunque el máximo responsable se hallaba en Alemania en el momento de su detención, otro miembro importante de la organización fue arrestado en nuestro país, después de que la policía lo encontrara en Barcelona.
No es la primera vez que un estudio llega a esta conclusión. Numerama cita, por ejemplo, uno de 2009 realizado entre universitarios franceses. En este quedaba demostrado que casi un tercio de los piratas han declarado que el consumo no comercial les conducía al alquiler o compra de vídeos que si no hubieran visto con anterioridad no se hubieran decidido a adquirir.
Otro trabajo de la universidad de Rennes en 2008 aseguraba que los usuarios de redes P2P , al ser generalmente aficionados al cine, estaban más dispuesto a pagar por comprar un DVD.