Lo de guardar nuestros datos en el disco duro puede ser pronto cosa del pasado. De aquí a unos años todo funcionará mediante datos almacenados en la red. El problema es que este tipo de almacenamientos puede entrañar algunos riesgos.Y si no que se lo digan a los miles de usuarios afectados por el robo de datos realizado a Sony hace tan sólo unos meses.
Cada vez usamos más los contenidos en la nube, cuando escuchamos música online o cuando realizamos búsquedas en Google. Pero tener colgados en la red datos “sugerentes” como cuentas bancarias puede ser peligroso, ya que el de Sony no ha sido ni el primer ni el único robo.
Pero además de la pérdida de datos, otro de los problemas es la dependencia de la conectividad, ya que si un día no podemos acceder a la red no podremos disponer de nuestra información. De todos modos, los agujeros de seguridad es lo que más preocupa tanto a usuarios como a expertos.
Para evitar problemas, es recomendable no almacenar información en servidores de los que no estamos seguros.Este consejo se aplica especialmente para los casos en los que nos dispongamos a almacenar online información que pueda causarnos un gran daño en caso de ser perdida o robada.
Otro problema puede ser que las propias empresas sean quienes gestionen mal nuestros datos, como ocurrió hace poco con Facebook. Y es que a menudo se usa nuestra información para fines publicitarios e incluso menos claros. De hecho, se sabe que en los últimos meses algunas empresas han estado localizando a sus usuarios de Internet móvil sin que ellos lo supieran.
Otra cuestión es que, sobre todo en las redes sociales, la información la publicamos nosotros mismos, por lo que luego no tenemos derecho a quejarnos ante ningún tipo de ataque.