Vale, eso ya lo sabemos. Desde que se produjeron los atentados del 11 de septiembre el gobierno de los Estados Unidos ha estado espiando a supuestos terroristas y los diferentes países en Europa también lo han convertido en una práctica habitual; pero al menos eso lo sabemos todos, existen leyes que respaldan esas investigaciones y, hasta cierto punto, se justifican dado el peligro real de sufrir atentados tanto de un lado como del otro en el Atlántico.
Pero también hay otras redes mucho más ocultas que no sabemos quiénes las manejan ni qué propósito tienen. Según investigaciones de los especialistas de la empresa de seguridad informática McAfee, se ha detectado la existencia de una tenebrosa operación de espionaje digital a nivel mundial, conocida como Shary RAT, que lleva ya casi cinco años en actividad y ha permitido inmiscuirse en los archivos y redes de unos 14 países y cerca de 70 organizaciones y empresas.
Entre las principales naciones espiadas se encuentran los Estados Unidos, Taiwán, Corea del Sur, Vietnam y Canadá. De los organismos y empresas que se han registrado como posibles víctimas de este complot se hallan el Comité Olímpico Internacional, 49 empresas, organizaciones sin fines de lucro y agencias de Estados Unidos, Japón, Suiza, Gran Bretaña, Indonesia, Dinamarca, Singapur, Hong-Kong, Alemania e India.
Según McAfee, aún se desconoce el origen de esta agencia de espionaje digital internacional, aunque se sospecha que por la envergadura, el alcance, lo sofisticado de sus instrumentos de espionaje y, lo más sospechoso, que el espionaje en sí no se centra en cuestiones económicas sino políticas y militares, hace pensar que no se trata de un grupo de ciberdelincuentes organizados sino de un gobierno y, aunque no lo declaran literalmente así, todos los ojos miran a China, un posible candidato.