En la actualidad, Motorola Mobility ha registrado unas pérdidas de unos 169 millones de dólares, o lo que es lo mismo, unos 121 millones de euros, lo cual le ha obligado a revisar seriamente su historial de gastos y, evidentemente, esto repercutirá en la reducción de su plantilla; una acción de limpieza que quieren hacer antes de que se produzca la adquisición final por parte de Google valorada en unos 12.500 millones de dólares (8.928 millones de euros).
“El consejo de Motorola Mobility aprobó el pasado 24 de octubre una reducción de plantilla que supondrá una carga bruta durante el próximo trimestre de unos 31 millones de dólares, de los que 27 millones corresponderán a indemnizaciones por despido de los cerca de 800 empleados afectados”. De este modo, la dirección de Motorola Mobility intentaba justificar ante los medios la nueva estrategia de la empresa de tecnología móvil.
Google intentará frenar esta sangría económica que actualmente sufre Motorola Mobility. El acuerdo alcanzado el pasado mes de agosto le permitirá a Google generar una nueva infraestructura material y técnica que consolide el mercado de su sistema operativo, Android, ya que dispondrá de una terminal móvil hecha a medida; aunque esta nueva alianza entre Google y Motorola Mobility será gestionada como un negocio independiente dentro de su propia cartera de inversiones.
Sin embargo, esta operación comercial no está aprobada del todo: de momento se está a la espera del visto bueno de los reguladores comerciales de Estados Unidos y la Unión Europea; y que finalmente sea aceptada por los propios inversionistas de Motorola Mobility.