Poder acceder a SIMO fue en su momento un privilegio. Y es que esta feria fue en los 90 la cuna de la revolución tecnológica, un lugar en el que se conocían los primeros pasos de todas esas innovaciones que han acabado cambiando nuestras vidas. Pero las cosas han cambiado mucho y este evento ya no es lo que era. Y es que ahora las grandes novedades se presentan en las ferias de Las Vegas y Berlín. El último gran lanzamiento que pudimos ver en SIMO fue el de Windows 7 en 2009, que trataba de relanzar una cita que en 2008 llegó incluso a cancelarse.
Los organizadores achacan el hecho de que se halla reducido notablemente el número de stands a que muchas empresas prefieren participar en las charlas a tener un espacio propio, pero lo cierto es que el Gamefest, que se celebró la semana pasada, tuvo un índice de visitas ligeramente superior a la de esta cita. Intel y la EOI disponen de espacios en esta feria para debatir sobre las redes del futuro y otros asuntos similares, pero el público no ha sido demasiado numeroso, y los que han estado presentes no han participado en los debates de forma muy activa.
Muchos achacan la falta de público a que el perfil al que está orientada esta feria son los pequeños y medianos empresarios, que son los que más están sufriendo la crisis económica y no pueden en estos momentos ni tan siquiera soñar con la idea de realizar inversiones en innovación tecnológica. Una de las mejores ideas que hemos podido ver en SIMO es una aplicación para móviles que nos permite adquirir billetes de avión sin necesitar en ningún momento imprimir nada en papel, ni tan siquiera a la hora de embarcar.