Pues bien, la guerra ha comenzado: Hollywood ha decidido plantar cara a todos aquellos que en el día de ayer protestaron contra estos dos proyectos de ley, tanto a Google como a Yahoo!, Facebook y demás portales de internet; además del propio presidente de los EE.UU Barack Obama.
Ahora resulta que los empleados e inversores de Hollywood han hecho público su enfado una semana después de que la máxima figura de la Casa Blanca declarara públicamente que no iba a apoyar cualquier ley antidescargas que implique realizar acciones de censura en internet, sobre todo pensando que estas leyes, de aprobarse, pudieran afectar los intereses de otros países dado su carácter extraterritorial.
Según ha publicado hace unas horas la agencia de prensa EFE, esta gran industria del cine y del entretenimiento se ha agrupado a través de la Motion Picture Association of America (MPAA), para buscar una vía de endurecimiento de las actuales leyes antipiraterías que existen en territorio norteamericano; pero las últimas declaraciones de la casa Blanca los pillaron por sorpresa.
Hasta el momento, muchos de los grandes inversionistas de Hollywood se caracterizaban por sus opiniones afines con las del Partido Demócrata, ahora en el poder; sin embargo, los últimos acontecimientos en torno a estos proyectos de leyes SOPA y PIPA han hecho que muchos de ellos hayan retirado sus habituales donaciones a la campaña electoral del futuro presidente, convirtiendo estas cifras millonarias en un posible mecanismo de presión para procurar cambiar la opinión del presidente, hecho éste que hasta ahora no ha tenido efecto.
Pero no todo está terminado, en su nota de agradecimiento publicada en el día de hoy por el portal Wikipedia, queda bien claro que esta lucha por la libertad digital apenas ha comenzado; así que tendremos conflicto para rato.