Una de las decisiones más esperadas finalmente se concretó: el Parlamento Europeo rechazó ACTA con una votación avasallante. A la hora de ratificar el Acuerdo Comercial Anti-Falsificación sólo 39 representantes votaron a favor, mientras que 478 votaron en contra y 146 abstenciones.
De esta manera se le puso punto final a uno de los proyectos más polémicos del último año, que nació tras la desaparición de SOPA. El surgimiento de ACTA provocó protestas a nivel mundial, especialmente por su intención de espiar la web (e incluso bloquearla) para impedir la violación del Derecho de Autor.
El Acuerdo Comercial Anti-Falsificación fue avalado por algunas de las corporaciones más importantes del mundo, incluyendo desarrolladoras de software, estudios cinematográficos y sellos discográfico. La muerte de ACTA es una gran victoria para el público, ya que consiguió que sus reclamos sean escuchados por las autoridades.
De todos modos no se descarta la opción de que nuevos proyectos con fines similares aparezcan. Quienes apoyaron la creación de ACTA presentarán nuevas iniciativas para ratificarlas a nivel mundial, pero ahora tendrán que hacer un trabajo de redacción mucho más claro y conciso.
Estas fueron las declaraciones del Miembro del Parlamento Europeo David Martin, de Reino Unido:
Estoy muy contento de que el Parlamento haya seguido la recomendación de rechazar ACTA. El tratado es muy vago, está abierto a interpretaciones malintencionadas y puede poner en riesgo las libertades de los ciudadanos. Debemos encontrar vías alternativas para proteger la propiedad intelectual en la Unión Europea.
¿Qué piensan de la decisión del Parlamento? Están invitados a dejarnos sus comentarios.
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