Claro que no sólo de Internet viven los adolescentes, la radio no se descuelga y se mantiene como la segunda plataforma más usada, ya que más de la mitad la escichan a menudo. El sitio que ocupa el formato físico en las preferencias de consumo de los adolescentes arroja datos sorprendentes. Pese a que el CD es el formato menos escuchado por detrás de iTunes –no se han tenido en cuenta los servicios de streaming-, hay un 50% de menores de 18 años que aseguran que prefieren escuchar música en este formato que hacerlo en archivos mp3.
Los jóvenes anotan como uno de los motivos para no comprar discos, al menos en formato físico, el precio, que suele ser más caro en las compras de CD que en las descargas digitales. Sin embargo, los adolescentes parecen no tener demasiado en cuenta el tema económico cuando se trata de acudir a conciertos. Es más, hay un 38% de los jóvenes que aseguran que no se marchan de un recital sin haber pasado antes por los puestos de merchandising. Lo que ocurre es que los adolescentes ven la asistencia a un concierto como una experiencia irrepetible, mientras que el CD es algo que se puede obtener gratis mediante descargas ilegales.