El pasado mes de abril de 2012 Facebook anunciaba la compra de Instagram, un servicio de retoque fotográfico que estaba causando sensación sobre todo entre los usuarios de iPhone. Y hoy que ha pasado un año de aquel hito, es el momento de plantearnos que ha cambiado en Instagram desde entonces.
A priori podríamos decir que las cosas no han cambiado demasiado. Instagram sigue existiendo como aplicación independiente de Facebook, y funcionando básicamente igual. Pero la polémica sobre los datos de los usuarios que siempre ha rodeado a Facebook acabó por salpicar también al servicio fotográfico.
Y es que desde que Facebook se hizo cargo del servicio, Instagram y la polémica han ido de la mano. Tras unos cambios en los términos y condiciones de uso con una redacción un poco ambigua, empezó a surgir la indignación entre los usuarios. En ellos se dejaba caer que los datos de todas las aplicaciones de Facebook, incluyendo Instagram, podrían intercambiarse entre ellos, y ser utilizados para fines publicitarios
Uno de los aspectos que más preocupó a los usuarios de Instagram era la posibilidad de que las marcas pudieran utilizar las fotografías de los usuarios para hacerse publicidad dentro de la plataforma sin ofrecerles a cambio un rendimiento económico. Vamos, que si subíamos la típica foto del vaso del Sturbucks la cadena de cafeterías podía hacer uso de ella para publicitarse sin nuestro consentimiento.
La polémica y el revuelo causado en las redes sociales provocó que Zuckerberg y los suyos se vieran obligados a dar marcha atrás y lanzar un comunicado asegurando que nunca iban a vender las fotos de los usuarios a terceros. Aún así, no pudieron evitar que un gran número de usuarios decidieran darse de baja en el servicio, que aún así sigue siendo uno de los más populares a nivel mundial.