Según ha trascendido a los medios de prensa, los cuatro acusados se declararon culpables de diversos cargos relacionados con la piratería informática. A ellos se les acusa de haber atentado contra la compañía de juegos EA, Sony Pictures, News International y la Agencia contra el Crimen Organizado del Reino Unido (SOCA).
La jueza Deborah Taylor Ackroyd ha condenado a estos jóvenes a 30 meses de cárcel, los cuales deberán cumplir al menos la mitad de la sentencia en un centro penitenciario local, advirtiéndoles a los mismos de la gravedad de sus delitos cometidos, sobre todo contra empresas privadas a las que les causaron daños materiales de consideración.
La jueza Taylor señaló en tal sentido “Ustedes buscaban diversión causando destrucción y estragos en las empresas afectadas, atentando contra la seguridad de otros, pero ocultando sus propias identidades”
Por su parte el abogado de la fiscalía, Andrew Hadik, comentó en el juicio “El daño que han causado era previsible, extenso y previsto”. Alertando de la actitud chulesca de los jóvenes “De hecho, se jactaron de lo inteligentes que eran con un total desprecio por el impacto que sus acciones tienen en la vida de las personas reales. Este caso debería servir como una advertencia a otros delincuentes que no son invencibles.”
Los fiscales señalaron además que las intenciones de estos jóvenes era la de buscar notoriedad y publicidad, tanto a nivel nacional como internacionalmente.
“No se trata de jóvenes inmaduros que ensucian alrededor. Ellos están en la vanguardia de una especie de delincuentes emergentes que conocen la tecnología con exactitud.”
Estos cuatro jóvenes tendrán ahora que enfrentarse a los intentos de extradición a los Estados Unidos, ya que las fuerzas de seguridad de este país han presentado cargos contra ellos.