Como bien hubiera publicado el diario, estos documentos fueron presentados en secreto al departamento de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, conocido como el tribunal de la FISA, por orden del fiscal general Eric Holder y firmado el 29 de julio de 2009.
Este diario informó que aún las autoridades de Estados Unidos pueden recoger, conservar y utilizar la información proveniente de las redes de fibra óptica y demás fuentes de internet, siendo objeto de espionaje muchos de los objetivos extranjeros que tienen contacto con fuentes y servicios dentro del territorio nacional.
A principio de este mes, el presidente Barack Obama defendió el funcionamiento del programa de vigilancia Prism gestionado por la Agencia de Seguridad Nacional, alegando en aquél entonces motivos de seguridad nacional, en tal sentido, Obama dijo que nadie había estado “escuchando sus llamadas telefónicas. De eso no es de lo que este programa se trata”.
Obama había aclarado ante los medios de prensa que los residentes y ciudadanos de Estados Unidos no estaban previstos en este programa de investigación federal; sin embargo, los nuevos documentos filtrados a la prensa revelan que la NSA sí puede recoger y conservar información personal de cualquier ciudadano estadounidenses, como llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Citando una orden de la corte, el diario The Guardian informó que si la NSA no tiene información específica de la ubicación de una persona, los analistas son libres de suponer o no que están en el extranjero.