Como la inmensa mayoría de las redes sociales, LinkedIn permite hacer que todos o algunos de nuestros datos sean privados para que no pueda acceder cualquiera a ellos.
Pero, más que aprender cómo se cambian los modelos de privacidad de LinkedIn, es importante que nos planteemos si realmente deseamos hacerlo. Hay que tener en cuenta que estamos ante una red social profesional, en la que no contaremos nuestra vida personal sino nuestros logros a nivel laboral.
Así, las posibilidades de configuración para elegir quién puede ver lo que publicamos en nuestro perfil son muchas. Ahora bien, antes de lanzarnos a modificar esa configuración en la plataforma, es importante que nos cuestionemos los motivos que nos han llegado a abrirnos una cuenta en LinkedIn, porque puede que limitar el acceso a nuestros datos no haga más mal que bien.
Y es que las razones que llevan a los usuarios a abrir cuentas en redes sociales profesionales suelen ser fundamentalmente dos: encontrar trabajo y hacer nuevos contactos que nos puedan ayudar a mejorar en el que ya tenemos. Y si no permitimos que personas desconocidas puedan acceder a nuestros datos profesionales, ¿cómo van a saber si somos idóneos para un puesto de trabajo o si somos ese profesional con el que están pensado colaborar en un nuevo proyecto?. Aunque la privacidad en las redes sociales es un tema más que importante, cuando hablamos de trabajo suele ser preferible que nuestra marca personal sea lo más visible que se pueda.
Tengamos en cuenta que cuando abrimos cuentas en redes sociales profesionales nos estamos publicitando a nosotros mismos a nivel profesional. Y, ¿te imaginas que, por ejemplo, Coca Cola no permitiera el acceso a sus anuncios alegando motivos de privacidad?. No tendría demasiado sentido. Y cuando la marca que estamos intentando publicitar somos nosotros mismos, tampoco termina de tenerlo.