Las autoridades chinas han decidido suspender de manera temporal una prohibición de casi 14 años, la cual impedía a cualquier empresa, nacional o extranjera, la venta de consolas de videojuegos dentro del territorio nacional.
La aprobación de una nueva ley que permita la compra-venta de las actuales consolas de videojuegos será sin dudas una buena noticia para grandes compañías tecnológicas como Microsoft, Sony o la propia Nintendo, ya que las mismas tendrán abierta las puertas a un mercado emergente que cada día crece en sus demandas.
En opinión de algunos analistas, a pesar de la existencia de esta prohibición estatal, el mercado de videojuego en China ha sido capaz de mover cerca de 14.000 millones de dólares durante el año pasado.
No obstante, las nuevas empresas que se adentren en este mercado asiático deberán de saber convivir con casi 14 años de ausencias de videoconsolas, y un consumo preferente hacia los juegos de ordenador o dispositivos móviles, casi siempre conectados a internet.
A pesar de que en China existía un mercado subterráneo de ventas de videoconsolas, la mayoría de los usuarios jóvenes chinos utilizaban sus ordenadores personales para disfrutar de estas versiones de video juegos, llegando de este modo a acaparar casi dos tercios de total del mercado de los juegos virtuales en China.
En opinión del investigador de la firma Gartner, Roger Sheng, las compañías Sony y Microsoft deberán cambiar su actual modelo de negocios aplicados en otros países, si desean tener un verdadero éxito en sus planes de expansión comercia dentro del emergente mercado de video juegos en China.
China prohibió el uso de las consolas para juegos en el año 2000, argumentando en aquél entonces que los mismos eran capaces de crear efectos adversos en la salud mental de sus jóvenes generaciones.