Facebook y Apple son dos empresas muy comprometidas para conseguir que sus empleados gocen de las mayores ventajas posibles, ya que sólo así consiguen conservarlos y que no sientan la tentación de marcharse a otras compañías. Pero su última decisión en este aspecto ha desatado la polémica.
Y es que las dos compañías reconocieron hace unos días a la cadena NBC que han proporcionado a sus empleadas la posibilidad de congelar sus óvulos a cuenta de la empresa. La idea es que de esta manera podrán retrasar sus deseos de ser madre para más adelante, de forma que a día de hoy puedan centrarse en el trabajo.
Se trata de uno de los servicios sociales más caros que ofrecen Facebook y Apple, ya que según Eggsurance, una de las compañías en las que ambas confían para este proceso, solamente cada ciclo de toma de muestras cuesta 10.000 dólares, más otros 500 dólares más por el almacenamiento de los óvulos.
Curiosamente, a la vez que incita a sus empleadas a retrasar su maternidad, Facebook ofrece a todos sus empleados un plus de 4.000 dólares para gastos por el nacimiento de cada hijo.
Hay quien ve estas medidas como algo más bien machista, ya que la compañía de Mark Zuckerberg no tiene problemas en que los hombres tengan hijos, incluso lo incita, pero también deja entrever a las mujeres que su cometido es incompatible con la maternidad.
Pero aunque pueda parecernos sorprendente, lo cierto es que Apple y Facebook no son ni mucho menos las únicas empresas que realizan este tipo de prácticas para intentar que sus empleadas tarde un poco más en ser madres. Aunque no han querido dar nombres, las compañías que trabajan con ellos en la congelación de óvulos aseguran que otras startups, aún muy lejos de cotizar el bolsa, ofrecen pluses similares para mantener a sus trabajadoras.
Si ya de por sí el sector tecnologico es uno de los que muestran más desigualdades a la hora de que las mujeres puedan acceder a puestos directivos, este tipo de prácticas que parecen rechazar la maternidad de las empleadas no hacen sino aumentar esta brecha, que parece obligar a las mujeres a elegir entre maternidad y carrera profesional.
Foto | Cary and Kacey Jordan
