La causa de este nuevo cambio de política de parte de las autoridades federales de Estados Unidos está relacionada con el desarrollo de un juicio en contra de Trendon T. Shavers, fundador de Bitcoin Savings and Trust, al que el organismo bursátil estadounidense le acusa de fraude fiscal.
Los cargos oficiales que pesan en contra de Shavers son los de haber montado una estructura de fraude piramidal, en la que se utiliza casi todo el dinero recogido para pagarle a los anteriores deudores e invertir en su propia cuenta personal.
Se dice que en aquél entonces las inversiones en la moneda virtual Bitcoin apenas era de unos 4,5 millones de dólares y que a día de hoy suman cerca de los 60 millones de dólares.
“Queda claro que los Bitcoin pueden ser empleados como dinero; pueden ser utilizados para comprar productos o servicios o para pagar gastos personales, como Shavers ha demostrado”, declaró el juez que instruye el caso, agregando más adelante que la “única limitación del Bitcoin es la de los propios lugares que aceptan o no esa moneda”.
Lo cierto es que con la creciente popularidad y uso de esta moneda virtual Bitcoin en todo internet, los usuarios que la utilizan quedan al margen de las regulaciones financieras que son implantadas por los gobiernos y bancos nacionales, lo cual ha levantado las alertas en los organismos oficiales que ya comienzan a querer legislarla.
Un detalle más, la fundación Bitcoin, creada para vigilar el buen uso de esta moneda, fue obligada a cerrar en California.