1- En tu perfil sólo hablas de lo que haces
A menudo tendemos a pensar que LinkedIn es una red social para hablar de nuestra profesión, lo que hacemos, pero, aunque pueda parecer extraño, puede ser nuestro principal error.
Quienes acceden a LinkedIn no están interesados en lo que haces, sino en para qué puedes servirles. Por lo tanto, si pones en tu perfil “ayudo a las pequeñas empresas a mejorar su estrategia en redes sociales” probablemente tendrás más éxito que si pones simplemente “community manager”. Un pequeño detalle que puede marcar la diferencia entre un perfil más y el perfil deseado por las empresas.
2- Tu perfil no es llamativo
Piensa en ti mismo cuando entras en el perfil de otra persona: hay cientos de cosas que pueden distraerte en ese limitado espacio. Si no dices nada DIRECTAMENTE que llame la atención y caiga como chorro de agua fría, lo más probable es que el lector abandone tu perfil y no vuelva a acordarse de él.
La mejor manera de evitar esto es mediante un titular impresionante, pero también es importante que utilicemos siempre frases cortas y directas en lugar de perdernos en menudeces.
3- No hablas de forma clara
Seguro que cuando hablas con alguien en tu vida “real” intentas ser lo más claro posible para que la gente tenga una imagen mentar de lo que estás contando. Entonces, ¿por qué a la hora de definir tu trayectoria profesional te pierdes en tecnicismos que no entiendes ni tu mismo?. A veces tendemos a pensar que por usar palabras complicadas pareceremos más profesionales, cuando es justo lo contrario.