Todos los hemos visto alguna vez: entramos en Facebook y vemos una foto de un niño, enfermo de cáncer o con algún tipo de discapacidad, y un mensaje pidiéndonos que pulsemos “Me gusta” para mostrar nuestra solidaridad con el pequeño. La mayoría de nosotros lo hemos hecho alguna vez, con toda la buena intención, pero no nos damos cuenta de que podemos estar haciendo más mal que bien.
La polémica a este respecto ha saltado hace unos días, con la foto de una niña enferma de cáncer que aparecía en una foto vestida de animadora. Nada fuera de lo común si no fuera porque esta foto se subió a Facebook sin permiso de los padres, que se han visto incapaces de controlar el alcance de la imagen de su propia hija.
Pero lo que verdaderamente demuestra las malas intenciones de quienes suben estas imágenes es que a menudo las utilizan para vender algún tipo de productos.
Tengamos en cuenta que, una vez que damos a “Me gusta” en una página, nos hacemos seguidores de ella. Por lo tanto, cuando creemos que estamos llevando a cabo una buena acción, de apoyar mediante las redes sociales a una niña enferma, lo que realmente hacemos es ayudar a unos desalmados a vender aprovechándose de la imagen de una menor sin consentimiento de sus padres.
A veces las malas intenciones pueden incluso ir más allá, y las páginas en las que hacemos clic pueden llegar a infectar nuestro ordenador con malware.
La solución es simplemente no dar “Me gusta” a este tipo de publicaciones, ya que lo que pretende ser un acto de solidaridad puede llegar a tener malas consecuencias.