En los 10 años de vida de Facebook, su política de privacidad ha cambiado tanto que muchos no se molestan en leer, por lo que hay detalles sobre el uso de nuestros datos que no conocemos simplemente porque no nos hemos molestado en leerlos:
- Facebook puede saber cosas de ti aunque nunca hayas tenido perfil: Si un amigo te envía una invitación a Facebook, tu dirección de correo electrónico se queda en su base de datos.
- Aunque borres tu perfil, tus datos se quedan: Si quieres borrar absolutamente todo rastro de tu presencia en Facebook, no te queda más remedio que ir borrando una a una tus fotos o actualizaciones de estado. Lo que no hayas borrado seguirá en la red.
- Algunos datos no se pueden ocultar: Tu sexo y las redes a las que perteneces son siempre públicas, y no hay forma de hacerlas privadas. Lo único que puedes hacer es evitar que aparezcan en los motores de búsqueda, pero quien entre a tu perfil las seguirá viendo.
- Controla tus movimientos por toda la red: Cuando accedes a Facebook estás dando tu dirección IP. Es significa que la red social puede seguir todos tus movimientos en Internet. Por eso los anuncios de Facebook se parecen “misteriosamente” a las páginas que visitas habitualmente.
- Nuestros “Me gusta” se convierten en anuncios para nuestros amigos: Cada vez que hacemos click en este botón en una página que haya pagado lo correspondiente a Facebook, le estamos dando permiso para que a nuestros amigos les aparezca un anuncio diciendo que nos gusta.