Tal y como se publicara en el informe de McAfee, actualmente en el mundo existe una amplia red de espionaje cibernético conocida como Shary RAT, la cual ha logrado penetrar en los sistemas digitales de unos 14 países, entre los que se destacan Estados Unidos, Corea del Sur, Canadá y Alemania, entre otros; además de setenta y algo de empresas de capital privado y organismos e instituciones no gubernamentales a escala internacional.
El análisis efectuado por McAfee relacionado con esta extensa red de espionaje reconoce que su funcionamiento está activo desde hace casi cinco años, a la vez que concluye en este informe que este equipo de espionaje tiene un perfil de trabajo que responde más a los mandatos de un gobierno de un determinado país, que a los principios de un equipo de hackers como pudieran ser Anonymous, LulzSec u otro grupo de ciberdelincuentes organizados.
Aunque el informe de McAfee no mencionaba a China directamente como que es el gobierno que se esconde tras estas acciones de espionaje informático, sí dejaban entrever las dudas sobre su autoría. Y el gobierno chino respondió con un contundente artículo publicado en el Diario del pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino.
Según el artículo que apareció el viernes 5 de agosto en el Diario del pueblo, China niega toda su responsabilidad y participación en esta amplia red de espionaje informático, calificando las dudas que se han vertido sobre su gobierno como de insostenibles, mientras que acusa a los Estados Unidos de financiar sus propios grupos de hackers a los que califica de “guerreros de la red”.
Sin lugar a dudas, en esta guerra cibernética se ha pasado a un nuevo estado de conflicto ideológico similar al de la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos se enfrentaban a la antigua Unión Soviética. La única diferencia es que en aquel entonces los enemigos eran claramente definidos, ahora es imposible saber a ciencia cierta quién se esconde detrás de cada ataque virtual en la red.