Gran parte de las empresas de la industria del videojuego no quiere ni oír hablar de los juegos gratuitos. Sin embargo, las redes sociales, especialmente Facebook pero también Tuenti para los más jóvenes, están poniendo de moda los juegos sociales, en los que nos enfrentamos a nuestros contactos sin necesidad de gastar un céntimo.
Farmvile o Pet Society, a los que recientemente se unió Los Sims son algunos de los juegos que más arrasan entre los usuarios de Facebook. Todos coinciden en un perfil de jugadores diferente al de las consolas, a las que habitualmente se aficionan más los hombres jóvenes.
Este cambio en el perfil puede deberse a que el objetivo de los juegos sociales es muy diferente al de los videojuegos convencionales. No se trata de pasar una serie de pruebas ni de conseguir la puntuación más alta, sino simplemente de disfrutar de un juego en el que no hay ganadores ni perdedores.
Las redes sociales, especialmente Facebook, han supuesto el empujón definitivo para el lanzamiento de este tipo de juegos, porque la posibilidad de compartir la experiencia con nuestros contactos la hacen todavía más interesante. Es como si quedáramos con alguien para jugar juntos pero sin movernos de casa.
Los juegos sociales que triunfan son aquellos que requieren una demanda constante de tiempo, para que el usuario se enganche. También es necesaria una interacción social para que se pueda compartir con los amigos sin que estos lo consideren spam, sino que se lo tomen como una invitación para disfrutar de una afición común.
Además, deben renovarse constantemente, para que los usuarios no se aburran. También deben ofrecer algo interesante en las opciones de pago, ya que de ahí es de donde nace la mayor parte del volumen de negocio para las empresas que se dedican a crearlos.