Conseguir un seguimiento de los movimientos de las personas durante desastres naturales que incluyen a millones de seres humanos por año, es un dato clave para realizar más efectiva la ayuda humanitaria. Llevar un registro de estos números, no es para nada sencillo, pues se necesita de mucho tiempo y diversos análisis.
“Para mejorar la velocidad de recopilación y calidad de esta información, un grupo de investigadores realizó un experimento utilizando las redes de telefonía celular tras el terremoto y durante el brote de cólera que azotaron a Haití en 2010. Sus resultados fueron publicados ahora en la revista PLoS Medicine”, publicó la BBC en una nota.
“Allí, los científicos de la Universidad de Columbia (EE.UU.) y el Instituto Karolinska de Suecia describen un método que desarollaron para seguir el movimiento de unos dos millones de teléfonos celulares e informar a las agencias de asistencia humanitaria dónde era más urgente que intervinieran”, agregó.
Luego del terremoto que sucedió en enero del año anterior, se han empezado a conocer diversos informes acerca de ciudadanos que se alejaban de la capital, Puerto Príncipe. Los investigadores lograron que el proveedor de telefonía celular más grande del lugar, Digicel, colabore y logre facilitar la labor de estos especialistas, a través de información sobre cuáles de las torres de telefonía del país eran usadas para realizar llamados y por qué cantidad de dispositivos móviles.
Gracias a esta información, lograron sacar un registro aproximado de 600.000 personas que se habían alejado de la capital de Haití, 19 días más tarde del desastre y consiguieron localizar las nuevas concentraciones del país y los movimientos de quienes se habían trasladado.
De esta forma, han reportado de forma inmediata los datos a las Naciones Unidas y a otras instituciones encargadas de la ayuda humanitaria a nivel mundial. Situación similar ocurrió en octubre del año pasado, cuando los especialistas intentaron combatir el cólera. “Recibimos velozmente información de la telefonía celular y en menos de 12 horas pudimos enviar análisis describiendo qué áreas habían recibido gente de la zona afectada por el brote de cólera”, explicó Linus Bengtsson, del Instituto Karolinska sobre su trabajo.
De esta forma, podemos ver cómo la tecnología a través de las redes inalámbricas, brinda excelentes opciones de ayuda humanitaria a nivel global.