Cuando subimos fotos o escribimos comentarios en las redes sociales, no somos conscientes de que las estamos colocando en un sitio público, y que pueden llegar a ojos u oídos de personas que no nos interesa que conozcan algunas partes de nuestra vida. Para evitarnos problemas, hay una serie de cosas que no deberíamos hacer nunca:
- Subir fotos en las que aparezcas borracho o desfasado: Las consecuencias son evidentes. Si es otra persona la que sube esas fotos por ti, pide que la retire y quita tu etiqueta inmediatamente.
- Criticar a superiores en el trabajo o incluso profesores: Por mucho que tengas la privacidad al máximo y que no tengas a tu jefe como contacto, nadie puede asegurarte que alguno de los que sí pueden leer tus estados no vaya a irse de la lengua.
- Escribir o subir fotos en horas de trabajo: Puede que no te pillen mientras miras Facebook o Twitter en la oficina, pero en lo que escribas saldrás escrita la hora y podrán saber si lo has escrito cuando no debías. Así que si consultas las redes sociales desde el trabajo, procura limitarte a leer.
- Poner en tu muro direcciones o números de teléfono: ¿Quién te asegura que tus datos personales no van a llegar a manos de un indeseable?. Si alguien te pide tu teléfono por Facebook o Twitter, escríbelo siempre por privado.
- Escribir estados demasiado personales: Contar determinados detalles de tu intimidad a través de las redes sociales puede terminar pasando factura. Para ello vuelven a existir los privados o el chat.
- Presumir de faltar al trabajo o a clase: Si te has buscado una excusa para tomarte un día libre por tu cuenta, no caigas en el error de airearlo públicamente.
[…] historia de este hacker y su relación con Facebook comenzó el pasado mes de agosto, cuando los representantes de esta red […]