Desde que el pasado jueves el FBI cerrara MegaUpload por incitar a la piratería, la mayor parte de las webs dedicadas al alojamiento de ficheros online han empezado a eliminar contenidos protegidos por derechos de autor. Conseguir bajar un disco un una película por descarga directa aún no es imposible, pero sí bastante complicado. Y son muchos los creadores y trabajadores de la industria quienes creen que ha sido un primer paso para acabar con la piratería, pero están equivocados.
Y es que la piratería llegó antes que las descargas directas. Programas como eMule, Ares o BitTorrent eran los utilizados por los usuarios para conseguir obtener sin pagar aquello que comprándolo podía costar más de 20 euros. Y en estos últimos días son muchos los que han vuelto a instalarlos en sus ordenadores.
Los programas P2P se diferencian de las página de descarga directa principalmente en que los contenidos no están alojados en el servidor de la propia página, sino en el disco duro del ordenador de cada usuario. Son los propios usuarios, por lo tanto, los que comparten esos archivos que o bien han conseguido por medios legales o bien han descargado previamente. No suele existir, por tanto, ánimo de lucro, sino sólo ganas de compartir archivos.
Acabar con el P2P es legalmente un poco más complicado que acabar con las descargas directas. Al fin y al cabo, a priori nadie se está lucrando con ello, por lo que bajar un disco del eMule sería el equivalente 2.0 a que un amigo te preste un CD. De hecho, en nuestro país ya ha habido una sentencia absolutoria hacia Pablo Soto, creador de este tipo de software.
Está claro que a los creadores y demás trabajadores de la industria del entretenimiento no les gusta nada la idea, pero lo cierto es que la piratería aún está muy lejos de acabarse.
[…] todas formas, acabar con la piratería no será tarea fácil, ya que las redes P2P están volviendo a cobrar importancia. MeneameBitacorasDeliciousFacebookTwitterPOSTS […]