A día de hoy, momento en que España vive una de las peores crisis de empleo de su historia moderna, la búsqueda de trabajo se ha convertido en una actividad imprescindible para millones de personas en paro. Sin embargo, muchas personas se lanzan a la calle a entregar currículum de una manera desesperada, sin importarles si la empresa contratista está o no en correspondencia con su perfil profesional.
Muchos no saben que a través de internet, y en lo particular, mediante las redes sociales, se pueden adaptar nuestros perfiles para intentar buscar empleo en la red. Internet es utilizada, cada día, por miles de responsables de recursos humanos de las empresas para reclutar personal a su compañía. Pero ese caudal de ofertas y contraofertas aún permanece oculto para muchas personas.
Las redes sociales como Facebook o Twitter, por ejemplo, nos sirven de tablón de anuncios y son nuestra mejor carta de presentación de cara al público online, de ahí que debamos tener mucho cuidado en lo qué escribimos, las fotografías que publicamos y el cómo administramos nuestros perfiles. Muchas veces una mala fotografía (envueltos en situaciones algo comprometidas) puede echar abajo largos años de experiencia y búsquedas constantes. Ojo con ello.
Si lo que pretendemos es utilizar nuestros perfiles de Facebook y Twitter para buscar trabajo, o para mostrarnos a la vista de los empleadores, debemos diseñar su contenido acorde a lo que deseamos encontrar, siempre tratando de que éste nos quede de manera natural y no se vea que es forzado en su intento. Así, quizá, tengamos la suerte de enamorar a alguien que encuentre atractivo nuestro perfil y, sin esperarlo, nos contraten.
Revisando la web clasesdeperiodismo.com encontré este gráfico que, elaborado por María Cecilia Rodríguez (@mocita), nos ilustra los datos de una encuesta de empleo plateada por JobVite, un ejemplo de cómo las redes sociales sirven para encontrar empleo.
¿Tienes Twitter? Te invito a seguirme en @garridocurbeira.