Estas son las noticias que generan bronca y temor entre los internautas. El FBI inauguró una nueva unidad (bautizada como DCAC, Domestic Communications Assistance Center) cuya principal tarea será desarrollar tecnologías de vigilancia que permitan interceptar comunicaciones VoIP y otras vías de comunicación en línea.
El proyecto fue desarrollado durante los últimos cuatro años, con un costo aproximado de 54 millones de dólares. Otras agencias -además del FBI- trabajan junto a DCAC, como el Servicio de Alguaciles y la DEA. Según Mashable, buena parte de los esfuerzos de la unidad estarán enfocados en la creación de hardware personalizado para intervenir comunicaciones inalámbricas bajo órdenes de las cortes norteamericanas.
Un reporte de CNET indica que los especialistas de la unidad también tendrán las vías para decodificar conversaciones vía Skype y analizar los Gigabytes de datos que puedan entregar redes sociales o proveedores de Internet wireless ante el pedido de las autoridades. Como ven, el alcance de DCAC es bastante amplio.
Las quejas contra la nueva unidad de vigilancia no se hicieron esperar. Hasta el momento el FBI se ha negado a declarar quién está al frente de la misma y no se han develado muchos más detalles. Es más, DCAC ni siquiera cuenta con un sitio web oficial.
Jennifer Lynch, abogada de Electronic Frontier Foundation, declaró: “La gran pregunta para mí es por qué no hay más transparencia sobre lo que está ocurriendo. Deberíamos saber más sobre este programa y qué está haciendo el FBI, con qué operadoras está trabajando, con cuáles tiene problemas. Están haciendo todo lo posible para evitar ser transparentes”.
En una época en la que la libertad en Internet se pone a prueba constantemente sería prudente que se ofreciese más información sobre el proyecto, su impacto en la privacidad y su alcance a nivel internacional. ¿Qué piensan al respecto? Les recomiendo leer el completo informe de CNET (está en inglés) que pueden ver en el enlace al final del post.