Cada uno de estos espacios webs exigen un nombre de usuario, que puede ser el mismo para todos, por qué no, pero también nos piden una contraseña con la que confirmar que somos nosotros y no otros los que intentan entrar en la cuenta: y ahí es dónde viene el dolor de cabezas. ¿Debe ponerse siempre la misma contraseña?
Evidentemente no, cada cuenta de usuario debe tener su propia contraseña y, cuanta más alejada estén unas de otras mejor, de este modo le ponemos la tarea difícil al ladrón que desee entrar en nuestras tierras virtuales. ¿Entonces debemos escribirlas en una libreta para acordarnos de ella? Mucho menos, imagínate que alguien descubra tu libreta de direcciones con nombre de usuarios (todos) y sus respectivas contraseñas de acceso…
¿La solución? Hay muchas, pero si quieren una fácil te propongo que utilices Linkovery, un interesante servicio de escritorio en streaming (en la nube) que nos permite acceder cómodamente a los sitios webs habituales cuando estamos conectados a cualquier dispositivo con acceso a internet, da lo mismo que sea un ordenador, tablet o smartphone.
Linkovery cuenta con un servicio de acceso seguro a dichas cuentas (One-click Login) sin necesidad de recordar todas y cada una de las contraseñas de acceso: todo se realiza de manera automática, por lo que podemos escribir contraseñas complejas que luego esta web recordará mecánicamente. La credenciales usuario/contraseña son guardadas de modo seguro, y siempre las tendremos disponibles para nuestro servicio, estemos donde estemos. Pruébalo.