Aún sin conocer los motivos concretos de su enfermedad, todos recordaremos como unos días antes de que se iniciaran las tareas del evento de desarrolladores de Google, Google I/O 2012, Eric Schmidt, presidente de Google, había anunciado la enfermedad de Larry Page sin dar detalles de la misma. En aquel entonces Schmidt pedía prudencia, y se disculpaba con los accionistas por la ausencia de Page en su conferencia.
Y al parecer esta enfermedad (desconocida) mantendrá por unas semanas más al propio Page alejado de las principales actividades de la compañía. En el día de ayer, fue el mismo Schmidt quien revelara en una conferencia desarrollada en Sun Valley que Page ya ha asistido a algunas reuniones de Google, aunque no ofreció detalles sobre qué tipo de reuniones y en qué otras actividades profesionales se encuentra envuelto Page pese a su estado de salud.
En opinión de Schmidt, Page “sigue recuperándose. Larry está mucho mejor. Fue a la oficina el lunes”, destacando además que “Larry acudió a la reunión. Ya habla, aunque en voz baja”. De ser ciertas estas afirmaciones de Schmidt, se espera que Page pueda asistir la próxima semana a la conferencia en la que se ofrecerán los últimos resultados financieros de Google, ya que además de ser presidente ejecutivo, Page es uno de los principales accionistas.
¿Qué enfermedad tiene Larry Page? No se sabe, lo único que la gente conoce es que está de baja y no puede hablar. ¿Motivos? Imposible de predecir, mucho se ha especulado sobre su estado de salud y, entre muchos accionistas e inversores del mercado, queda el temor de que se repita lo mismo que Steve Jobs con Apple. Ojalá no sea así.
Horacio Castro says
Deseamos su pronta recuperación. Dando por hecho que no se trata de un problema mayor de salud, esperamos que decida revisar la campaña anunciada “Legalize Love” (Legaliza el amor),- con el interés de la empresa comercial Google para que sus empleados gais, lesbianas o transexuales tengan las mismas experiencias dentro como fuera de la oficina- QUE CUMPLE, EN QUIENES permitimos a Google el ingreso a nuestros hogares, el hasta ahora imaginario Gran Hermano, imponiéndonos su presencia, voluntad e ideología, como eventual rector caprichoso de los deseos, actividades y pensamientos de nuestros seres queridos (especialmente los niños y jóvenes) y como Gran Memoria de todos los recuerdos y conocimientos. Si actitudes como la de Google y otras empresas de Internet persisten y se repiten, se replanteará el estudio de legislación, que respete las soberanías nacionales en el acceso al ciberespacio afectadas por monopolios transnacionales en el ciberespacio. La solución aplicada en EE. UU. para el monopolio de servicios telefónicos nacionales, fue dividirlo en varias compañías regionales independientes entre sí. ¿Además, si para muestra bastara un exceso de poder, quién asegurará que esta empresa no cambie sin aviso y arbitrariamente las condiciones para el usuario que le confíe el almacenamiento de sus datos y archivos y la privacidad de su correo y comunicaciones?