Y es que hace 10 años era habitual encontrar un hogar en el que no hubiera conexión a Internet, cuando hoy eso es algo que nos parece de locos. Es más, hoy es prácticamente imposible pensar en estar un solo día sin consultar el correo electrónico o las redes sociales. Y es que la red lo ha cambiado todo, desde la forma en la que leemos la prensa hasta nuestras relaciones, que ahora tienen un fuerte componente virtual.
En esta generalización del uso de la red ha tenido un peso bastante importante la aparición de los smartphones. La posibilidad de acceder a Internet en cualquier lugar y en cualquier momento ha hecho que ya no tengamos que estar delante del ordenador para poder consultar todo el universo de posibilidades que nos ofrece la red.
Hay quien piensa que esta virtualización, sobre todo, de las relaciones humanas, es perjudicial porque nos impide tener relaciones “reales”. Sin embargo, la posibilidad de comunicarnos de forma gratuita con personas que están en cualquier lugar del mundo es sin duda una ventaja innegable.
Además, nos guste o no Internet domina nuestras vidas de forma innegable. Y aunque es obvio que tiene sus problemas de seguridad y privacidad, el abanico de posibilidades que nos permite lo convierte en una herramienta a la que pocos pueden resistirse. La evolución de la electrónica e Internet en los últimos años ha cambiado nuestras vidas, en la mayoría de los aspectos para mejor.