Una de las principales preocupaciones de los padres ante la creciente inmersión de las redes sociales en nuestras vidas es el hecho de que algunos desalmados puedan utilizarlas para acceder a fotos de menores con intenciones poco limpias o incluso que puedan cometer abusos contra los niños con los que contactan a través de Internet. Es por ello que la mayoría de webs de este tipo tienen una edad mínima con la que se puede acceder a ellas.
En Facebook, el límite de edad con la que se puede crear una cuenta es de 13 años. Sin embargo, unos estudios recientes han demostrado que hay más de 7 millones de niños menores de esa edad que utilizan habitualmente la red social más conocida del mundo.
Y es que realmente es muy difícil desde los servicios técnicos de Facebook evitar que los niños se abran una cuenta. Sí, para crear tu perfil tienes que incluir la fecha de nacimiento pero, ¿cómo se puede comprobar que esa edad que ponemos no es falsa? En nuestro país ocurre lo mismo con Tuenti, ya que la red social favorita de los adolescentes es popular cada vez entre niños más jóvenes.
Así que los únicos que verdaderamente pueden impedir que niños menores de 13 años tengan una cuenta en Facebook o cualquier otra red social son los padres. Los expertos no paran de advertir que es muy recomendable que los menores no naveguen por Internet a solas, y que siempre debe haber un adulto comprobando en qué páginas entran.
Las redes sociales en sí mismas no sólo no son malas, sino que son parte de nuestra vida diaria y su uso puede ser muy positivo. Pero para que sea así, es necesaria una madurez que a los niños de menos de 13 años, por edad, no les corresponde.