Acabamos de conocer los resultados de un estudio sobre el impacto ambiental de tres usos emblemáticos de Internet y las nuevas tecnologías, tanto Internet como la transmisión por USB. Las hipótesis sobre las que se realizan los cálculos pueden ser motivo de debate pero el documento invita a la reflexión.
250 mil millones de emails son enviados cada día, según datos de 2009, y dentro de tres años serán 507 mil millones, según el informe de Arobase. En Francia, la media está en recibir más de 50 mensajes al día y enviar más de 30. Para calcular el impacto ambiental, el estudio les atribuye una media de un mega por correo lo que resulta excesivo, lo que indicaría que cada persona emite más de 130 kilos de CO2 cada año sólo por el uso del correo. El cálculo incluye desde el gasto energético de los ordenadores así como las bases de datos que gestionan el tráfico de los envíos y recepciones. Según el informe, reducir el número de emails que enviamos en un 10% supone un ahorro energético importante. Otro factor contaminante es la impresión de los citados mensajes. Cinco toneladas de CO2 es lo que podemos ahorrar si nos evitamos el papel.
Cada internauta utiliza los buscadores casi 1.000 veces al año. El factor que más contribuye a la contaminación son los servidores que atienden a estas búsquedas,que es lo que más energía gasta. El estudio calcula que servir las búsquedas anuales de un internauta supone emitir el equivalente a 9,9 kilos de CO2. Tener organizada la carpeta de favoritos de modo que ahorre búsquedas, o el empleo de palabras claves precisas permitiría un ahorro energético importante.
Pero además del uso de Internet el estudio también calcula el efecto de la lectura de un documento de 200 páginas transferido por un USB de 512 megas. En 3 minutos es posible calcular el tiempo de lectura de cada página. Si cien persona asistentes a una conferencia deciden leer completo el documento, se pueden llegar a emitir 80 kg de CO2.