Samsung contraataca y acusa a Apple en Australia

El sábado pasado fue un día muy movido en Samsung, según las declaraciones que provenían de la compañía surcoreana, han presentado una demanda legal contra Apple en Australia en la que acusan a Apple de haber utilizado varias patentes, propiedad de Samsung, en las conexiones inalámbricas de los iPhones y los iPads.

De este modo, Samsung ha decidido seguir la misma táctica que le ha aplicado Apple ante los tribunales de Europa y Estados Unidos, acusando a la firma coreana de uso indebido de sus patentes. Ahora Samsung quiere devolverle a Apple el mal momento por el que ha tenido que pasar, al punto de que a sus tablets se le ha prohibido su venta en Alemania.

“Para defender nuestra propiedad intelectual, Samsung presentó una demanda cruzada por la violación de las patentes de Apple de la tecnología inalámbrica de Samsung”. Así de categórico fue Nam Ki-yung, portavoz de Samsung Electronics, en su declaración sobre el tema de los tribunales y las acusaciones.

Ahora bien, esta nueva acusación de Samsung contra Apple hay que entenderla desde una perspectiva estratégica, como parte de esta guerra patentes en la que se han centrado las dos compañías. En el caso particular de la acusación en Australia, Samsung la ha realizado partiendo del hecho de que en Sydney se decidirá a finales de este mes si impide, o no, la venta del nuevo Samsung Galaxy Tab 10.1 en su territorio, ya que Apple también abrió un proceso penal en el territorio australiano.

De continuar así esta dialéctica de acusaciones mutuas, esta guerra de patentes tiene dos opciones de final: o de desgastan ambas compañías en acusaciones mutuas, gastando además una gran cantidad de dinero; o llegan a un acuerdo final y reconcilian sus puntos de vistas. ¿Y cuál de ellos será el que triunfe? Eso no lo sabemos, por lo menos de momento.