Según informa la agencia de prensa EFE, este nuevo programa de ahorro de Nokia se fundamenta en una serie de medidas internas que tienen el objetivo de recortar los costes de la compañía y, de este modo, mejorar la rentabilidad de la empresa y equilibrar las finanzas dado el fuerte bajón del consumo internacional que han experimentado sus productos, quizá motivado por la crisis económica o la alta demanda de móviles como los de Apple, Samsung, HTC y demás maras del mercado.
Para cumplir este objetivo de austeridad económica, Nokia despedirá la cuarta parte de sus 74.000 empleados, además de integrar su negocio de las redes inalámbricas que les adquirió a Motorola y realizará un recorte de una parte significativa de los costes de producción y administración de la empresa. En otras palabras, habrá recortes para todos.
De momento, la compañía no ha querido revelar cuáles serán los países afectados con este plan de recortes, aunque sí señaló que dispondrá de un programa de reinserción en otros puestos de trabajo para su personal despedido con la intención de reducir el impacto negativo que pudiera acarrear esta medida.
A día de hoy, esta compañía lleva acumulando considerables pérdidas millonarias desde el año 2007, hecho éste que parece indicar que la fusión del fabricante de móviles Nokia y el grupo alemán Siemens no les ha ido muy bien, sobre todo de cara a la competencia.
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