Muchos apuntaban a que los videoclubs online se convertirían en el futuro de la industria audiovisual. Sin embargo, el resultado del lanzamiento de este tipo de servicios ha distado mucho del que se esperaba. Catálogos pobres, precios altos y una cantidad de abonados casi ridícula ha sido lo que se han encontrado las empresas que se han lanzado a un sector que se prometía exitoso.
La apuesta de Canal+ por el videoclub online, Youzee, que ha desperado una gran expectación en los medios, ha conseguido en sólo 6 meses superar los 70.000 abonados, pero no ha querido decir cuántos de estos suscriptores pagan por el servicio. Y el resto de servicios que sí han dado sus datos han demostrado que no es oro todo lo que reluce.
De entre las 250.000 personas que se han registrado en Waki.tv, que la semana pasada adquirió el gigante japonés Rakuten, sólo paga por los alquileres un 3%. CineClick por su parte, que lleva funcionando desde 2010, sólo tiene un 1% de usuarios que alquilan al menos una vez al mes. Filmin, cuya especializad es el cine independiente, ni siquiera ha querido hacer público su número de suscriptores.
Los usuarios se quejan habitualmente de que los alquilieres de películas online son muy caros, especialmente si tenemos en cuenta la poca variedad de títulos que ofrecen.
Por lo tanto, los motivos que llevarían a los usuarios a no utilizar este tipo de servicios están entre la piratería y la escasez de títulos.
Esta poca aceptación del mercado de los videoclubs online es lo que habría llevado a servicios internacionales como Netflix a retrasar su aterrizaje en nuestro país. Quien sí que se ha lanzado a ello recientemente ha sido Google, que hace unas semanas comenzó su alquiler de películas bajo el nombre de Google Play Movies. Tendremos que esperar un tiempo para conocer si cuaja o si, como el resto de servicios similares, se queda en el intento.