Spotify puede parecer a primera vista un negocio redondo. Ha sido una verdadera revolución enla industria musical, y cuenta con más de 20 millones de abonados, 5 de ellos de pago. Pero detrás de este gran éxito se esconden también muchos problemas, que hacen pensar que el negocio no va tan bien como pudiéramos pensar.
Y es que el servicio de música en streaming ha conseguido a lo largo de 2012 unos ingresos de 500 millones. Una cifra que estaría bastante bien si no fuera porque las pérdidas han sido de 40. Parece que lo que paga ese 25% de abonados que tienen una cuenta Premium y lo que consiguen por la publicidad que interrumpe a los gratuitos no es suficiente para cubrir todos los gastos de un servicio de estas dimensiones.
Pero hay otro problema con el que se encuentra este servicio y es que los artistas no están nada contentos. Vale que gracias a Spotify hay muchos usuarios que han dejado de piratear, pero lo cierto es que los ingresos que los músicos consiguen por esta vía son casi ridículos.
Al parecer, los artistas cobran 0,0096 dólares por cada vez que se reproduce una canción suya. Algo que les compensa en cierto modo por los usuarios que de no existir Spotify descargarían el disco y no pagarían nada. Pero es que también hay otros que de otro modo se hubieran comprado el CD y no lo hacen porque pueden escucharlo online, y esto es lo que no gusta nada a solistas y grupos.
Desde Spotify aseguran que el verdadero problema por el que los artistas no se llevan dinero es porque la mayor parte de lo que ellos pagan se lo quedan las discográficas, y ahí ellos ni pinchan ni cortan. Pero lo que sí está claro es que un servicio que los usuarios adoran no parece tan ventajoso a nivel económico.