Como bien pudiéramos recordar, hace unas semanas un juez de Egipto había dictado una sentencia en la que ordenaba el cierre del portal YouTube en Egipto, o por lo menos que se impidiera su acceso de parte de sus nacionales por lo menos en un período de 30 días.
Esta decisión estaba fundamentada en el hecho de que el portal de vídeos YouTube había servido para que se difundiera un vídeo promocional del filme La inocencia de los musulmanes, una película que al parecer ha resultado ofensiva para millones de creyentes del mundo islámico.
Sin embargo, a pesar de que existen reclamaciones en contra de esta decisión del juez local, como la interpuesta por el grupo defensor de los derechos humanos agrupados en la Asociación para la Libertad de Pensamiento y de Expresión en Egipto (FAET), la cual considera que el cierre de YouTube es un “castigo colectivo para todos los usuarios de YouTube y los servicios de Google”, la decisión del Ministerio de Telecomunicaciones va por otro camino.
Para intentar quedar bien con todo el mundo, tanto con la decisión del juez como con los grupos defensores de los derechos humanos, el Ministerio de Telecomunicaciones ha utilizado como justificación para su negativa al cierre el hecho de que esto sería muy costoso, económicamente hablando, realizar un bloqueo de este servicio online, agregando además que legalmente no se puede controlar el contenido de estos sitios webs ubicados en el extranjero.
Desde YouTube han dicho que el vídeo problemático ha sido retirado de su versión local, intentando de este modo que su servicio en general no se vea afectado: “Esto puede ser un desafío, porque lo que está bien en un país puede ser ofensivo o ilegal para otro país”.