De nada han servido las múltiples quejas de sus fieles usuarios. Hoy, 1 de julio, Google Reader ha cerrado definitivamente. Es cierto que existen muchos otros lectores RSS, pero ninguno tiene tanto tirón entre los usuarios como el que hoy ha cesado sus servicios, por lo que los usuarios de esta tecnología para estar siempre al tanto de blogs y noticias no pueden evitar sentirse hoy un poco huérfanos.
Lo que gustaba a los usuarios de Reader era la sencillez. La interfaz era muy similar a la de Gmail. Cada suscripción tenía el equivalente a la bandeja de entrada. Podíamos crear carpetas ordenadas por temas para encontrar de forma más sencilla el contenido que nos apeteciera en cada momento. Se podría decir que era como un periódico online pero sólo a base de contenidos que nos interesen. Bastaba con tomar la dirección web del blog y ponerla como nueva suscripción. A partir de ese momento no era necesario entrar a la bitácora original para comprobar si había novedades. El propio Google Reader nos enviaba una alerta avisándonos de que teníamos algo nuevo.
En los últimos días, en los que el cierre de Reader se ha ido acercando, el interés por las alternativas han ido creciendo. Los blogs, aunque ya no gozan de la popularidad que tuvieron hace unos años, son una forma interesante de información y entretenimiento. Y por ello sigue habiendo otras empresas que han creado sus propias opciones para que el RSS siga siendo una realidad.
Currents, del propio Google, Netvibes o Pulse, de la red social LinkedIn son algunas de las alternativas más populares al desaparecido Reader. Pero lo cierto es que a los usuarios del anterior servicio no les terminan de convencer ninguna de esas opciones. Sin embargo, no les queda otro remedio que acostumbrarse a las alternativas o bien, como han vaticinado algunos, poner fin a la era del RSS.