Un fallo de seguridad en la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos ha sido reconocido extraoficialmente, en este caso ha podido conocerse que esta entidad no instaló la última actualización de un programa antifiltraciones en su sede de Hawái, justo antes de que el propio Edward Snowden comenzara a ofrecer sus servicios allí, pudiendo descargarse miles de archivos confidenciales que tiempo más tarde fueron filtrados a la prensa.
Este nueva información ha sido confirmada por ex trabajadores de la NSA y actuales funcionarios estadounidenses, según ha publicado Reuters, y en ella se afirma que justo antes de que Snowden comenzara a trabajar con la NSA como administrador de sistemas, otras dependencias del Gobierno Federal habían actualizado su software de seguridad, el cual alertaba a las autoridades competentes sobre la intrusión de terceras personas en su red.
Al parecer, el propósito de este software de seguridad era el de bloquear el acceso y navegación interna a cualquier trabajador no autorizado, cumpliéndose de este modo una orden dictada por el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tras las filtraciones de documentos del Pentágono y del Departamento de Estado, publicadas por la web de WikiLeaks en el año 2010.
Se dice además que la principal causa por la que este nuevo software de seguridad no fuera instalado en la sede de Hawái se debió, al parecer, a que el ancho de banda que tenía la instalación era insuficiente, lo cual impediría que el servicio se ofreciera de manera fluida y estable.
Según los funcionarios entrevistados por Reuters, las agencias de inteligencia estadounidenses pospusieron la instalación de este tipo de programa informático precisamente debido a estos problemas con el ancho de banda que conectaba sus redes internas con el exterior.
A pesar de estas declaraciones extraoficiales, una portavoz del Gobierno estadounidense se ha negado a discutir los detalles de sus centros de inteligencia.