Las autoridades de Estados Unidos han demostrado que con sus compañías domésticas pueden ser tolerantes, pero si se trata de empresas extranjeras la historia no va por el mismo camino. Si hace unos meses se vetaba una orden judicial que prohibiría las ventas de algunos productos de Apple, ahora parece ser que están dispuestos a prohibir las ventas de otros productos de Samsung.
El pasado mes de agosto, los responsables de Samsung en Estados Unidos solicitaron a los representantes de la administración de Barack Obama que suspendieran una orden judicial que imponía la prohibición de ventas, dentro del mercado estadounidense, de algunos productos de la compañía coreana Samsung, entre los que se destacaban el Galaxy S y la tablet Galaxy Tab.
Esta orden judicial amparaba a la compañía Apple ya que se aseguraba que los coreanos de Samsung violaban ciertas patentes registradas a su favor utilizadas en estos dos dispositivos en concreto. Por lo tanto, Samsung acudió a las máximas autoridades del país con la intención de lograr que se impidiera la puesta en práctica de esta resolución judicial, pero al parecer, los resultados obtenidos no han sido los esperados.
En respuesta a sus demandas, el veto presidencial solicitado no se ha aprobado, por lo que Samsung tendrá que dejar de comercializar estos dos dispositivos dentro del mercado de Estados Unidos.
En opinión de Michael Froman, representante Comercial de Estados Unidos, se evaluaron las variables de esta solicitud, incluida las “consideraciones políticas” y el “impacto sobre los consumidores y la competencia” y se ha decidido mantener la decisión judicial en contra de Samsung, por lo que dichos dispositivos no se podrán comercializar en el mercado estadounidense.
Evidentemente, esta decisión del Gobierno de Estados Unidos de no intervenir en este asunto a favor de Samsung, contradice su actuación previa a favor de Apple, con lo cual queda demostrado que en este caso las leyes funcionan para unos, y para otros no.