Mas de 1.000 millones de personas en todo el mundo tienen cuenta en alguna red social. Pero, ¿qué se esconde tras esa necesidad nuestra de contar nuestras vidas en la red?
Según un estudio de la Universidad de Michigan, muchos de los que suben fotos a redes sociales lo hacen porque su baja autoestima les lleva a tener comportamientos narcisistas.
Así, según el estudio publicamos autofotos y opiniones sobre diferentes temas porque necesitamos la aprobación de los demás sobre las mismas.
Para quienes tienen una baja autoestima, los likes en Facebook, los retuits y los corazones en Instagram son una forma de sentirse algo mejor consigo mismos.
En algunos casos el problema puede ser incluso más grave, ya que la necesidad constante de buscar la aprobación de los demás puede traducirse en casos de ansiedad y adicción.
Así, en los últimos años se han detectado numerosos casos de patologías como la tecnoansiedad, que consiste en sentirse mal cuando no se tiene alrededor el smartphone, la tablet o cualquier otro dispositivo tecnológico. La texiedad es la ansiedad por no recibir respuestas a las publicaciones realizadas en redes sociales.
Si te ves reflejado en alguna de estas patologías, prueba simplemente a apagar el móvil durante un par de días. Intenta realizar una actividad en la que tengas que relacionarte con otras personas, o simplemente sal a pasear o a hacer deporte. A no ser que sea un caso extremo, la ansiedad disminuirá considerablemente.
De todas formas, esto no quiere decir que todos los que utilicen a menudo redes sociales sean unos enfermos con baja autoestima. probablemente, simplemente se trata de una afición para compartir información con amigos y conocidos, que no tiene nada de peligroso mientras no se convierta en una obsesión.