La globalización a la que nos ha llevado Internet, que nos permite relacionarnos con personas de otros lugares y otras culturas sin movernos de casa, debería habernos abierto la mente a la hora de aceptar a quien es diferente a nosotros. Pero lo cierto es que no ha sido así. Un estudio reciente demuestra que las redes sociales, y Twitter en particular, se han convertido en un foco para comentarios racistas de todo tipo.
Durante la realización de este estudio, se consultaron durante 9 días más de 130.000 mensajes de Twitter en inglés. Y se pudo apreciar que, cada día, se publican unos 10.000 mensajes en la red social que pueden considerarse racistas y ofensivos. Parece que la seguridad que nos da el poder escondernos detrás de un nick envalentona a muchos para mostrar su lado más intolerante en las redes sociales.
Claro que no todos los tuits racistas pretenden ser realmente ofensivos. Hay veces que se realizan incluso con ánimos de solidaridad de grupo, pero la forma en que son expresados hace que uno de cada trece mensajes que aparecen en la red social pueda ofender a alguien.
Eo sí, resulta tranquilizador el hecho de que, según el estudio, sólo unos 100 mensajes diarios muestran realmente peligro de que esas consideraciones racistas puedan convertirse en amenazas reales de violencia fuera de la red. El refrán de perro ladrador poco mordedor se convierte aquí en una realidad.
Cuando nos encontremos con amenazas reales de violencia en la red social, debemos denunciarlo a la red social para que borre los mensajes e incluso suspenda la cuenta del usuario. En el caso de que estas amenazas continúen o de que pensemos que la persona que nos las evían pueda estar pensando realmente en hacernos daño, lo más aconsejable es denunciarlo directamente a la policía.