Hasta hace bien poco, cuando navegábamos por Twitter era bastante habitual encontrarnos con mensajes de spam, es decir, tuits no deseados que no eran escritos por personas sino por bots, y que se colaban en nuestro timeline llenándolo de publicidad en la que no teníamos el más mínimo interés.
Sin embargo, desde un tiempo a esta parte hemos podido apreciar como este spam se ha reducido en gran medida. Esto se debe a que la red social ha comenzado a utilizar BotMaker, una herramienta que consigue reducir en gran medida el tiempo que tarda Twitter en detectar el spam, de manera que pueda eliminarlo incluso antes de que podamos encontrar los dichosos mensajes indeseados invadiendo nuestro Timeline.
Pero, como hemos podido leer en el blog oficial de Panda, la de eliminar el spam no es la única utilidad que la red social le está sacando a BotMaker.
Al parecer, BotMaker también es capaz de registrar las cookies que todos aprobamos cuando accedemos por primera vez a la red social. Esto implica que Twitter se queda con el rastro de todos los sitios web por lo que hemos estado navegando, algo que no ha gustado nada a los obesos de la privacidad.
Y es que, según ha insinuado Panda, las verdaderas intenciones de la red social a la hora de usar esta herramienta podrían no ser eliminar el spam, sino más bien afinar más a la hora de meternos publicidad.
El uso de BotMaker es, por tanto, todo un chollo para Twitter, que conseguiría de esta forma tener contentos a los tanto a los usuarios que se librarían de los mensajes no deseados como a los anunciantes que llegarían a una audiencia mucho más segmentada. De nuevo, queda demostrado que para el modelo de negocio de las redes sociales nosotros somos el producto.
Foto | Scott Beale