Twitter es una plataforma en la que podemos expresar nuestras opiniones sobre prácticamente cualquier tema. Pero lo cierto es que también tenemos que tener cuidado con no publicar nada que se salga de sus normas, ya que esto podría implicar la suspensión de nuestra cuenta. Y como muchas de esas normas son desconocidas para el gran público, hoy vamos a ofrecer una lista con motivos por los que nuestros días en la red social podrían estar contados.
- Información privada: Su publicas el DNI o el número de cuenta de una persona sin su consentimiento, la red social podría eliminar tu cuenta.
- Acoso: Si enviamos amenazas, dedicamos una cuenta únicamente a enviar mensajes a un único usuario o creamos varias cuentas para asediarle podemos tener problemas.
- Spam: Twitter se ha propuesto acabar con los mensajes no deseados, para lo que elimina las cuentas que envíen mensajes engañosos o respuestas duplicadas.
- Generar riesgo a la compañía: Lógicamente, la empresa no permitirá una cuenta que se dedique a publicar su información privada o a poner en riesgo su modelo de negocio.
- Suplantación de identidad: Si creas una cuenta haciéndote pasar por otra persona y esa persona te denuncia a la plataforma, tus días en la red social habrán acabado.
- Utilizar una marca comercial: Si una marca tiene su nombre registrado y tú creas una cuenta con ese nombre, Twitter puede quitarte ese nick para dárselo a su legítimo dueño.
- Violencia y amenzas: Cualquier cuenta en la que se haga apología de la violencia puede ser suspendida, eso sí, la violencia tendrá que se explícita y no simplemente comentarios provocadores.
- Derechos de autor: Cuidado con publicar enlaces a sitios de descargas de contenidos protegidos por copyright, porque podráis quedarte sin cuenta.
- Pornografía: Twitter no es un sitio porno y no quiere serlo, por lo que cualquier contenido de sexo explícito provocará la suspensión de la cuenta.
- Uso ilegal de una cuenta: Si creas una cuenta con el nombre de otro y la intención de vendérsela, lo único que conseguirás es quedarte sin ella y sin tu dinero.
Foto | Paul Snelling