Lo cierto es que la presentación de este proyecto de ley llega al Congreso después de varios incidentes donde se les habría pedido a estudiantes que revelaran sus contraseñas en las redes sociales, en este caso para ser aceptados en supuestos programas deportivos universitarios.
Con esta nueva ley, los legisladores estadounidenses quieren proteger también a los trabajadores, en este caso a los candidatos a un puesto laboral, de supuesto espionaje personal por parte de empresas y entidades que requerirían de estos datos antes de proceder a la contratación de un nuevo empleado.
“La ausencia de claridad de la ley deja a los individuos en una posición en la que deben proporcionar informaciones vitales y privadas, o arriesgarse a perder su empleo, un potencial puesto de trabajo o una plaza en una universidad o en un programa deportivo”, explicó ante los medios de prensa Eliot Engel, el principal promotor de esta propuesta de ley.
“Francamente, sin ley para prohibir a las instituciones pedir esta información, esto se convertirá en algo banal”, añadió Engel. Según se ha podido conocer, ya son seis estados, entre los que se destacan California y Nueva Jersey, los que han puesto en práctica leyes similares que limitan el uso de las redes sociales por parte de terceros dentro de su territorio.
“Pedir la contraseña de alguien es como pedirle la llave de su casa”, subrayó Jan Schakowsky, otra legisladora que defiende la aplicación de esta ley.