Pues bien, según hemos podido conocer, los desarrolladores de Facebook han cambiado la configuración de sus cookies las cuales, en la forma anterior, hacían que desde la misma red social se reconocieran las páginas que los usuarios visitaban en internet (que tuvieran algún botón de Facebook), sin importar que éstos tuvieran cerradas sus cuentas personales en Facebook. Pero lo peor de todo es que mucho de este contenido iba a parar al muro del usuario sin que éste lo supiera realmente, según el bloguero que ofreció en su momento la información.
Sin embargo, desde la misma compañía justificaban este acto como una mala campaña de comunicación de sus usuarios, ya que, según ellos mismos, en ningún momento se producía una brecha de seguridad y la información que aparentemente se obtenía con estas cookies no era archivada ni utilizada con otros fines, pero, para calmar los ánimos de los propios internautas, se anuncia desde la propia compañía que el problema ha quedado resuelto a pesar de que, insisten en más de una oportunidad, no se trate de un asunto de seguridad.
Según se publicó ayer en la BBC News Technology, fueron los mismos voceros de Facebook quienes facilitaron la información en un comunicado en el que insistían en que “no había una brecha de seguridad o privacidad” ya que “Al igual que cada sitio de Internet que personaliza el contenido y trata de proporcionar una experiencia segura para sus usuarios, almacenamos cookies en sus ordenadores”. Pero, para evitar nuevas críticas y devolver la confianza a los internautas, han decidido revisar sus códigos de programación.