Que el modelo de la industria discográfica está obsoleto es algo que no se le escapa a muchos. Spotify se presentó hace unos años como la gran alternativa, pero aún había muchos sellos y artistas que dudaban de que realmente fuera una fuente de ingresos importante. Pero estos días se han hecho públicos unos datos que así lo confirman: el servicio de música en streaming pagó en el año 2010 más de 100 millones de euros a las discográficas, convirtiéndose en su segunda fuente de ganancias. Y es que Spotify ha reducido en un 25% el número de escuchas de canciones de forma ilegal.
En estos momentos, Spotify cuenta con 10 millones de usuarios, 2 de los cuales utilizan cuentas de pago. El secreto de su éxito está en ofrecer música gratis de forma legal, que dejan contentos tanto a los usuarios, que no tienen que pagar por escuchar sus canciones favoritas, como a los artistas, que perciben una remuneración por su trabajo. Los responsables de la compañía están constantemente realizando acuerdos tanto con discográficas como son sellos independientes para ir ampliando poco a poco su catálogo, que a día de hoy es uno de los mejores de entre los servicios de música en streaming que encontramos en la red.
Entre las novedades que tiene Spotify en su punto de mira, destaca una aplicación para usar el servicio en televisores que dispongan de conexión a Internet, así como la aplicación específica para Blackberry que ya parecía estar tardando demasiado en llegar. Vistos todos estos datos, parece más que probable que Spotify y otros servicios similres se convertirán en el futuro de una industria discográfica que de momento parece seguir empeñada en vendernos CDs que grabaremos en el ordenador el primer día y no utilizaremos más.
[…] se ha convertido en un impedimento para vender discos, lo cierto es que se ha convertido en la segunda fuente de ingresos para este tipo de compañías. El hecho de que aumenten los usuarios con cuenta de pago consolida […]