En concreto, MiniFrame acusa a Microsoft de utilizar su posición dominante dentro del mercado de software para bloquear el desarrollo de sus negocios, fundamentalmente de cara a terceras empresas con las que ambas tienen relación comercial. Tal y como consta en el acta de la denuncia presentada en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, Microsoft ha podido haber cambiado unilateralmente sus acuerdos de licencia del sistema operativo Windows, exigiéndole a sus usuarios que no deberían firmar acuerdos o contratos con la compañía israelí MiniFrame.
Según ha publicado la agencia de prensa Reuters, estos cambios en los acuerdos de licencia de software de Microsoft demandan el bloqueo de un software en particular que ha creado la empresa MiniFrame, el cual permite que múltiples ordenadores puedan funcionar utilizando el mismo sistema operativo de un ordenador central; en otras palabras, varios usuarios de Windows pueden utilizar una sola licencia del producto para que se pueda ejecutar en varios ordenadores conectados en red.
“Microsoft reconoció la amenaza competitiva que suponen los sistemas compartidos de PC e incurrió en varias estrategias anticompetitivas”. Este es el argumento de los abogados de MiniFrame para continuar adelante con su demanda, sosteniendo que su software no viola los términos de licencia para uso de los softwares de Microsoft, por lo menos en su versión antigua.
En su informe presentado al jurado de Nueva York, MiniFrame dice tener grandes pérdidas millonarias que se han ocasionado por este tipo de prácticas monopólicas de Microsoft, motivo por el cual sus abogados reclaman una compensación de 1.000 millones de dólares por daños y perjuicios. Casi nada.