Lo cierto es que de aprobarse esta nueva ley, las empresas proveedoras y distribuidoras de servicios a Internet, además de la conectividad, tendrán que retirar de sus bases de datos, y a la vez, bloquear a los internautas, las conexiones que se puedan establecer con las páginas webs que ofrezcan contenido protegido por el derecho de propiedad intelectual y que no estén autorizados para ello.
Pero, como no puede ser de otra manera, esta aprobación del proyecto de ley SOPA obligaría a Google, Yahoo!, Facebook, Twitter y demás, a retirar de sus páginas aquellos enlaces que redirijan el tráfico a las webs condenadas supuestamente por tener contenido que viola el derecho de autor. Es por ello que estas empresas se han unido y han escrito una carta (pública) en la que demuestran su rechazo a este proyecto de ley.
Además, diversos grupos defensores de los internautas, de la libertad de circulación de datos por Internet y de la libre expresión, como suelen ser European Digital Rights, Free Software Foundation, Quadrature du Net, Open Rights Group o Reporteros sin Fronteras, entre otros, también se han sumado a esta oleada de protesta global contra la aprobación de la ley SOPA en EE UU.
Pues bien, menos mal que en Internet hay muchos interesas divididos, por lo tanto, la simple presentación de este proyecto de ley ha servido para que los bandos enfrentados comiencen su contienda. ¿Llegará verdaderamente la censura de Internet a EEUU?